Por Alexis Ramírez
Otra vez tuve la oportunidad de ejercer el voto en el Recinto de Votación del Colegio Electoral No. 1427 la que pertenezco ubicado en la Escuela Colombina Canario en los Mina. Y pude observar la apatía, y el desinterés que tienen algunos electores de elegir a los Candidatos a cargos Municipales y Congresuales.
De esto fui testigo el domingo pasado cuando me levante alrededor de las 4:30am a cumplir una labor, en la que participe como primer vocal nombrado por la Junta Central Electoral (JCE).
En esa mesa a más tardar a la 5:30pm se juramentaron los miembros del Colegio y delegados de los Partidos Políticos. La Presidenta, una joven delgada de té negra que no pasaba de los 18 años, y quien por la poca experiencia que tenia en este tipo de trabajo, aunque estaba leyendo el juramento no le salían las palabras que iba a decir.
Luego de dar todos los pasos necesarios, entra como de costumbre el oficial encargado de mantener el orden en el Recinto, y le dice a la Presidenta de la mesa que cuando guste le da inicio al proceso.
Sin mentirles entraron las primeras siete personas; que fue la única fila que se hizo en todo el día. Es la primera vez en el tiempo que tengo asistiendo a las urnas, que no veo ese entusiasmo, que antes había en los dominicanos que asisten a cumplir con el voto.
Rodeado de cuatro paredes, con el cielo nublado y con un enorme calor, tenia que esperar largos ratos y hasta salir afuera a llamar el número de la mesa a ver si de los que se encontraban presente se motivaban.
En varias ocasiones escuchaba algunos decir, “la culpa la es de los políticos por que han acostumbrado a pagarle dadivas a los electores por su voto”.
Esto ya es común, cada vez que entra un periodo electoral lo primero que se perfila en las afuera del Recinto son montones de persona cobrando por su voto la cual es aprovechado por dirigentes y candidatos de los diferentes partidos.
Ya pasado el medio día llega la hora de almuerzo, tomamos un reposo por un periodo de 20 minutos, después sigue el proceso presentándose varios inconvenientes con algunos votantes que no aparecían en el padrón, problemas que eran resueltos en el centro de escaneo.
Pero en realidad era mas el tiempo que durábamos sentados que los votantes que asistían. Pasado la 5pm, comenzaba la fiebre por contar los votos hasta que llegó la hora cero. Se inicia los preparativos para el conteo comienza las discusiones entres delegados de partidos y los funcionarios de colegios.
A las 10pm de la noche se sentía el cansancio en los rostros de cada uno de nosotros, solo se pensaba terminar como sea y marcharnos a casa. Se contaron los votos municipales, luego los congresuales después el preferencial. Pero el último paso fue el escaneo, siendo este el que mas desesperación trajo en nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario